En el siglo XXI hay una izquierda democrática que busca el blindaje de los Derechos Humanos, un orden económico internacional más justo y una redistribución de la riqueza que acabe con las múltiples formas de esclavitud laboral, que tiene su lado más infrahumano en la explotación de menores y niñas. Según el último informe de Oxfam, las ocho personas más ricas del mundo tienen tanto dinero como los 3. 600 millones de habitantes más pobres (la mitad del planeta). Te aconsejo que visites las fabricas-dormitorio de los países "más deprimidos" de Asia, los dormitorios de los inmigrantes que trabajan en (...)
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