La doble labor realizada por las empresas recuperadoras es meritoria de ser considerada un ejemplo para hacer avanzar la economía hacia otro tipo de modelo, que integre procesos circulares de recuperación. Además, añade un gran beneficio para la sociedad integrando en sus objetivos la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social. Según el modelo que propuso Robert Castel (1991) la exclusión social es un proceso en el que convergen tres variables: la exclusión laboral, el aislamiento social y la insignificancia vital. Estos tres fenómenos no deben de ser vistos como opciones separadas, sino como fases de un proceso de aislamiento social que comienza precisamente por la exclusión laboral [1]. De ahí, la importancia de la labor de AERESS en la inserción laboral.
Arantxa Ramos, de la Secretaría Técnica de AERESS, añade que a pesar de la difícil coyuntura económica que atraviesa el país, las entidades han conseguido seguir adelante:
“Si bien las circunstancias han sido especialmente difíciles, con la consiguiente bajada en la cantidad de residuos gestionados, ésta no ha arrastrado consigo una bajada igualmente significativa a nivel de puestos de trabajo, demostrando la prioridad que las entidades otorgan al mantenimiento del empleo y a la labor social de inserción de personas en especial situación de vulnerabilidad. En este sentido, AERESS, al igual que el resto de entidades que forman parte de la Economía Social y Solidaria, ha demostrado que son fórmulas sostenibles en el contexto económico de crisis de los últimos años tanto en materia de generación de empleo como de intervención social”.
Crear empleo y promover la intervención social
Según el Informe sobre las entidades recuperadoras de economía solidaria 2007-2013, la mitad de los empleados de AERESS proceden o realizan un itinerario de inserción laboral. A parte, la asociación cuenta con personas beneficiarias de formación prelaboral, apoyo psicológico, cursos de formación y otros servicios como bancos de alimento o servicios de alojamiento.
Las entidades recuperadoras de AERESS suponen un gran ahorro en gasto social, pues sus servicios cubren la carencia de recursos públicos destinados a solucionar este tipo de situaciones. A parte, al insertar a los beneficiarios en circuitos de normalización aumentan su capacidad para cubrir sus necesidades de forma autónoma.
Las personas beneficiarias de los servicios sociolaborales de AERESS han aumentado este año
Hay que destacar que este tipo de actividades se realizan sin fines lucrativos, pues los beneficios generados se reinvierten en los recursos necesarios para desarrollar las actividades de reinserción sociolaboral.
El número de personas atendidas ha experimentado un crecimiento desde 2009 debido, entre otros motivos, a la crisis y a la incorporación de nuevas empresas. Este crecimiento, sin embargo, plantea un nuevo problema: a mayor volumen de necesidades, menos recursos para atenderlos, pues estas entidades tienen un apoyo poco constante por parte de la administración.
Además, Arantxa explica que no encuentran suficiente reconocimiento por parte de las administraciones, a pesar del valor social añadido de un sector con especial potencial de generación de empleo y que históricamente viene desarrollando una importante labor de intervención social:
"Por un lado, la escasa aplicación de cláusulas sociales y reservas de mercado y, en muchos casos, la poca responsabilidad de la Administración a la hora de otorgar contratos públicos o firmar convenios de gestión de residuos, sin valorar, como decíamos la labor social o no de la organización contratada y, por otro lado y más grave todavía, sin verificar la legalidad o regularidad de la empresa contratada y su actividad. Este es el caso de muchos contratos para la gestión del textil que, hemos visto, son muchas veces otorgados a organizaciones que realizan prácticas de escasa rigurosidad ambiental con el textil que recogen, además de utilizar a veces falsos mensajes sociales”
Entre los colectivos atendidos se encuentran de formas más recurrente los inmigrantes, los parados de larga duración y aquellos que realizan un tercer grado penitenciario. Estos últimos años, como respuesta a las elevadas tasas de paro juvenil, AERESS ha impulsado líneas de trabajo destinadas a ayudar a este colectivo.
Reutilizar antes de reciclar
Entre sus medidas medioambientales inciden en la apuesta por la reutilización en lugar del reciclaje, pues dando una segunda vida a los materiales tratados se generan menos residuos al entorno, obteniendo resultados como los del 2013, año en el que 8.640 toneladas de residuos reutilizados suponen 52,568 toneladas de CO2 evitadas que equivale a eliminar un total de 25,076 coches.
Sus labores medioambientales no se reducen a trabajar directamente con los residuos, sino que también ejercen influencia política en el sector:
“El Programa Estatal de Prevención de Residuos, hace expresa mención a las entidades recuperadoras de economía social y solidaria. Al igual que, el Real Decreto RAEE aprobado hace un mes, que también incorpora esta mención específica en varias ocasiones a lo largo del texto, además de incluir la posibilidad de que las entidades locales incorporen cláusulas sociales para entidades de economía social en sus instrumentos de contratación o convenios para la recogida y gestión de residuos. A esto se añade la introducción de objetivos para la reutilización separados de los de reciclaje, reivindicación histórica de AERESS y que se entiende como un paso importante en el avance hacia una verdadera mejora en la gestión de residuos, situando a España en la cabecera de Europa”
Este modelo de empresas demuestra que otra economía es posible, una economía al servicio de la sociedad y del medio ambiente.
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