Personalmente me inquieta que haya sido una vez titulado cuando he comenzado a plantearme si mi formación como economista ha sido la más adecuada. Me inquieta que durante mis años como estudiante nunca hubiera surgido una conversación entre mis compañeros cuestionándonos si la materia que recibíamos era real o si eso nos conduciría a ser grandes intelectuales o expertos en la materia. A pesar de no haber sido formado para cuestionar lo establecido, yo me lo pregunto ahora, y la respuesta es negativa.
Con el fuerte proceso de recesión que atraviesa la economía mundial y sobretodo la economía española no sólo hemos podido comprobar las deficiencias del sistema financiero y capitalista mundial actuales, sino que también nos ha llevado a cuestionar la efectividad y la calidad de la enseñanza de la economía en las universidades españolas.
La maximización del beneficio se enseña como si de religión se tratara
Las economías postkeynesiana y neoclásica, que se basan en modelos teóricos que intentan hacer de la economía una ciencia matemática sigue siendo la única corriente de pensamiento que se tiene la oportunidad de estudiar. Por lo que los alumnos suelen graduarse sin entender y conocer de primera mano otras muchas alternativas ideológicas que el discurso económico históricamente ha ofrecido desde su desvinculación de la materia política.
Este hecho no indica la pasividad del alumnado a comprender los entresijos de la materia a la que han elegido dedicarse, sino la escasa oportunidad que se les brinda para hacerlo y ser capaces de desarrollar una mentalidad critica (la asignatura “Historia del Pensamiento Económico” es la única oportunidad que tienen para conocer otro mundo a lo largo de cuatro años). Por ello, hemos de plantearnos si la formación de los profesionales de la economía es la más adecuada, porque es cierto que sin una pluralidad en la materia y una enseñanza que no realce en las nuevas generaciones la capacidad de análisis crítico puede suponer una lacra para la sociedad y su desarrollo intelectual. Sin ello, la titulación de economía se ofrece exclusivamente como una simple herramienta que conecta la secundaria con la empresa privada, que será la que más tarde formará a los recién egresados de la universidad.
Descontento internacional
Esta corriente ortodoxa e inamovible ha sido impartida en las aulas desde hace más de cincuenta años, lo que podemos considerar como el primer error ya que parece indicar que la economía es una ciencia invariable y por supuesto, no lo es. Determinados sectores considerarán que el modelo de enseñanza actual es el sistema perfecto e infalible para que los nuevos formados puedan aparecer en la empresa privada, demostrar que la maximización de los beneficios es su religión y que el economista que desea maximizar su beneficio por encima de todo y de todos es el individuo más racional que existe. Pero debemos recordar que somos economistas y que nuestra misión también consiste en conocer todo discurso económico existente y entender que siempre existe una alternativa al modelo económico dominante y, por supuesto, hacerles partícipes de ello para exigir una enseñanza de la economía productiva y de calidad.
Esta necesidad de cambio ha sido constante durante el último siglo pero ha sido a raíz del período recesivo en que nos encontramos cuando está teniendo más repercusión mediática gracias a la era de la comunicación. Aunque son muchos los docentes implicados en la exigencia de una reforma de la enseñanza de la economía, tal reivindicación ha podido moldearse gracias a la participación activa de algunos sectores del alumnado. Actualmente podemos encontrar numerosas asociaciones tanto de ámbito internacional (Rethinking economics o The Post Crash Economic Society) como nacionales (tales como el grupo de Economía Crítica de Málaga o la Fundación Economistas sin Fronteras) quienes abogan por que la enseñanza actual debe ser seriamente reconsiderada y ser sustituida por un modelo más real y efectivo basado en un plan de estudios plural.
De dicha participación ha aflorado un texto como símbolo de descontento, redactado por asociaciones de estudiantes de diecinueve países y que han denominado “Llamamiento internacional de estudiantes de económicas a favor de una enseñanza pluralista”, lo que realmente indica un grave deterioro del sistema educativo universitario y la afanosa insatisfacción de los alumnos.
Sin ética no hay economía
Para poder estructurar un plan de estudios que incluya un amplio abanico de ideologías se han de tener en cuenta conceptos hasta ahora inexistentes en el proceso de formación, como por ejemplo la ética. ¿Puede existir la economía sin un componente ético? Ya lo mencionaba Joan Robinson en los años sesenta (Economic Philosophy, 1962) y parece ser ahora de cuanto más sentido goza, pero es un concepto ausente en las universidades. Quizá si formase parte de la formación de los economistas nos hubiésemos ahorrado alguna que otra mala decisión en tiempos espinosos. Pero la ética en la economía es sólo un, aunque fundamental, granito de arena. Es por ello que los nuevos estudiantes de economía deberían tener la posibilidad de conocer y adentrarse en conceptos reales y actuales tales como la economía feminista, la economía ecológica o la microeconomía heterodoxa, el cual parece ser el campo menos alterable de todos. Además de no instruirse únicamente sobre grandes personajes de la historia como Adam Smith o David Ricardo, sino también sobre grandes economistas contemporáneos que pueden enseñarnos mucho acerca de la economía del siglo XXI, como Ha-Jong Chang o Thomas Piketty, cuya introducción no parece ser un objetivo a corto plazo de las materias ya constituidas hace años por los departamentos facultativos.
Por ello y por mucho más, la reforma de la enseñanza de la economía es más necesaria que nunca y no únicamente para funcionar como un amplificador de los materiales de estudio sino también como un medio de cambio de la sociedad y de sus economistas.
8 Mensajes
21:18
Magnífico artículo. Y qué necesario. Hace unos días escuché algo bien parecido https://www.youtube.com/watch?v=d4iuR8FzPng#t=44m0s (por si no he pegado bien el enlace, empieza en el minuto 44, aunque la charla en general no tiene desperdicio).
Un saludo
Responder a este mensaje
22:07
bueno jose javier,
pero es muy ampia tu exposicion y de lo que logro entender, tu propuesta esta dirigida a que el estudiante de economia conozca otras opciones filosoficas y enfoques de la economia, distintas al enfoque de la maximización de beneficios.
en este sentido la pregunta es ¿ aparte de dotar a un estudiante del instrumental básico de conceptos y herramientas económicas o la de las invariantes de la ciencia económica, que es lo que debe cambiar o agregarle a la formación de los economistas?. o ¿es solo un asunto de ética?
Responder a este mensaje
23:18
En primer lugar, gracias por tus comentarios. El fin de todo esto es que seamos capaces de dialogar y discutir (en un sentido académico) para seguir aprendiendo, yo el primero.
Es cierto que he hecho más hincapié en la ética, pero a modo de ejemplo. No creo que sólo se trate de una cuestión ética o de que el alumno conozca corrientes más filosóficas,como el marxismo. Se trata de que el alumnado deje de ser un mero espectador de unas lecciones que pueden ser irreales o inadecuadas. Siendo capaces de considerar desde una la crítica si lo que están estudiando es la verdadera economía.
Creo que un buen economista es aquel que es capaz de reconocer todas las perspectivas posibles y no sólo rendirse a una economía que han estudiado que cada día es más irreal.
Espero haberte contestado. Un saludo.
Responder a este mensaje
17:32
cordial saludo javier
no habia visto tu comentario. estamos de acuerdo.
A mi me preocupa que los economistas que se están fomando tengan un enfasis tan fuerte en los modelos mátematicos y menos análisis cualitativo.
Responder a este mensaje
19:39
Gran artículo. Es la primera vez que leo a alguien que escribe coherentemente sobre este tema. Enhorabuena y a trabajar por que se vaya cumpliendo. ¡Gracias!
Responder a este mensaje
14:37
Sin duda alguna es un debate necesario, del que tienen que formar parte tanto alumnos, profesores como instituciones.
Responder a este mensaje
10:33
Zorionak Javier!!
Totalmente de acuerdo. Como estudiante de economía puedo decir que la carrera se dirige en su contenido básicamente a la maximización del beneficio y al aprendizaje de las políticas keynesianas o monetaristas. Pero no hacia una mirada crítica y analítica de las políticas implantadas o hacia una creatividad en alternativas económicas, y por supuesto ni de lejos hacia un cambio por una economía justa para las personas.
Gracias a que todavía existen estudiantes y de más personas con mente crítica y con el objetivo de dar un cambio a esta situación.
Responder a este mensaje
01:34
Buen artículo José Javier!
La verdad es que la ciencia económica como tal no ha evolucionado al ritmo que lo ha hecho la humanidad. Es verdad en las universidades se sigue insistiendo en estudiar a las viejas corrientes del pensamiento económico y se insiste constantemente en los modelos matemáticos para simplificar el "análisis de la realidad" Pero lo cierto es que, pocas veces se le permite al alumno cuestionar o dar otro enfoque a lo que se trata día a día en las aulas universitarias. De mi experiencia personal te puedo decir que he encontrado muy enriquecedora la experiencia el adentrarme en cuestiones tan humanas tratadas por algunos economistas, que me han hecho pensar que la economía es algo muy vivo que esta en evolución constante
Responder a este mensaje